Sabemos bien que el desperdicio alimentario sigue siendo un gran desafío para toda la cadena. ⅓ de los alimentos se desperdician, y si el consumidor final se alza a la primera posición del pódium (58% según l’Agència de Residus de Catalunya), la producción y la distribución todavía necesitan ideas innovadoras para cubrir sus excedentes y desperdicios.
La plataforma Fresh Me Up se lanzó precisamente con este objetivo: facilitar que la restauración pueda aprovechar los excedentes de los distribuidores o productores.
Mediante una plataforma digital, los restaurantes pueden no solo abastecerse de productos a menor coste, sino concretamente participar de una economía circular local, que favorece el reaprovechamiento.
Su funcionamiento es simple. Cada día se comunican los excedentes abiertos a la compra para los restauradores registrados. En caso de que el productor o distribuidor no pudo vender todo, Fresh Me Up propone coordinar la donación a asociaciones, facilitando todos los procesos para desfiscalizar.
Esta iniciativa me parece muy acertada contando que la restauración representa un colaborador ideal. No suele preocuparse de un embalaje un poco defectuoso, puede abastecerse con productos más económicos y por la gran rotación de sus alimentos, puede asumir, sin riesgos sanitarios, comprar unos productos con fechas cortas de consumo.
Ganó el « Trophée des Entrepreneurs Bocuse & Co » en 2018.
Espero que este proyecto os pueda inspirar.
