Fue una revelación cuando la conocí y os tenía que compartir esta gran iniciativa. Su misión: vender a un precio menor los productos que no tienen salida en la distribución convencional.
Desde hace pocos años vemos en España como algunos distribuidores ofrecen unos descuentos por los productos cuya fecha de consumo (caducidad o preferente), se está acercando. Una manera de vender unos productos a punto de tirarse (si no se donan a asociaciones), evitar desperdicios y concienciar a sus consumidores, que, sin duda, debería extenderse a mayor escala.
Pero, “Nous anti-gaspi” va mucho más allá orientando sus supermercados a la venta de productos 100% anti desperdicio. En primer lugar, se centra en trabajar de primera mano con productores locales cuyos productos no se venden a la distribución convencional por no cumplir con sus estándares de calibre, de plazo, etc. En segundo plano, colabora con mayoristas, pequeñas y grandes empresas para cubrir así los diferentes puntos de desperdicio a lo largo de la cadena.
Veamos qué productos recuperan y/o venden en sus tiendas:
- Los productos tienen pequeños defectos físicos (calibre, forma)
- Tienen un corto período de consumo legal
- Han sido reemplazados por nuevas referencias
- No se entregaron a tiempo en el supermercado original
- El envase está dañado o tiene un error de información
- Nous anti-gaspi vende también a granel para limitar los envases
Un precio más bajo con una causa de “sentido común”
La combinación tiene mucho por seducir al consumidor: unos precios más bajos, una compra más responsable y una oferta variada que responde a muchas necesidades de consumo.
No hay duda que los bajos precios influyeron, pero está claro que la propuesta de ofrecer al consumidor la posibilidad de actuar concretamente contra el desperdicio alimentario, ha sido parte del éxito del proyecto. Y no tardó en venir, en solo pocos años, pasaron de 1 primera tienda en Bretaña a más de 20 repartidas por diferentes regiones de Francia.
« Cada una de nuestras tiendas valora el equivalente a 100.000 comidas por mes, correspondiente a más de 12 toneladas de productos por semana ».
Ahora, Vincent Justin y Charles Lottmann, los cofundadores, decidieron además crear su propia marca destinada a los productos “fuera de las normas”. En cada uno de los productos, explican cómo consiguieron reducir el desperdicio alimentario.
¡Y ya.. os oigo preguntar!: y qué pasa con sus propios desperdicios?
Tal como lo dicen en la página web, se redistribuyen a asociaciones locales a través de Phénix Anti-gaspi.
Espero que este proyecto os pueda inspirar.
Por mi parte, por la similitud del nombre (“Nous anti-gaspi”) con “entre_tous”, está claro que os tenía que compartir un día este gran proyecto.
