El desperdicio de alimentos es uno de los grandes retos de la alimentación sostenible y un tema muy sensible por parte de muchos consumidores. Si tu proyecto se relaciona directamente con el desperdicio alimentario o quieres incluirlo ocasionalmente en tu estrategia de contenido, sigue leyendo este artículo para que te ayude a responder a esas 2 preguntas principales: ¿Cómo crear consciencia y qué temas abordar?
Toma nota que en esta primera parte, sólo abordaré el tema desde un ángulo “periodístico”. Presentaré más adelante el gran capítulo de los consejos prácticos y las recetas, así como un enfoque más comprometido.
Desde un ángulo periodístico, hablamos de un contenido de carácter neutral, que principalmente define y analiza un contexto dado. Un tipo de contenido que se presenta en medios de prensa y que os puede servir para vuestro blog o una página de recursos. Se adapta en menor medida a las redes sociales, menos afines a la neutralidad y a documentar, aunque veremos que los consejos prácticos encajan a la perfección.
En cuanto al desperdicio de alimentos, podemos enfocarnos en cuatro familias principales:
Cuál es la situación
Aquí compartiremos información sobre: ¿Cuánto desperdiciamos?, ¿Quién desperdicia más (entre actores, entre países, entre generaciones, etc.)?, ¿Qué alimentos se deshechan más? o ¿Cuál es el impacto en el cambio climático? Etc.
Ejemplos de títulos para un blog:
- ¿Cómo se posiciona España en el ranking mundial del desperdicio alimentario?
- ¿Qué alimentos son los más desperdiciados en España?
- ¿Una vez tirados, adónde van nuestros residuos orgánicos?
Las causas del problema:
Aquí recordaremos que el despilfarro alimentario se extiende a todos los eslabones de la cadena, desde el campo hasta el plato. Para el consumidor final, trataremos de abordar las causas habituales, como: la compra excesiva, los alimentos olvidados en la alacena o frigorífico, los platos excesivamente copiosos, nuestra costumbre tan fácil y rápida de abrir la basura orgánica o nuestra confusión entre la fecha de caducidad y la fecha de consumo preferente.
Buscaremos también hacer hincapié en las causas culturales más profundas, como nuestra relación con la escasez, las promociones o el ritmo estresante de nuestras sociedades que marcan nuestra manera de consumir.
De todas formas, publicar sobre las causas con cierta regularidad es fundamental, ya que ayudará a vuestros lectores a tomar medidas con más consciencia.
Ejemplos de títulos para un blog:
- ¿Por qué desperdiciamos tanta comida?
- ¿Del productor al consumidor, quién derrocha más?
Desafíos:
Por mi parte comparto y aconsejo presentar los desafíos en tres “dimensiones”: una parte social y económica, una parte ética y una parte ambiental. Os cuento los detalles más abajo.
Ejemplos de títulos para un blog:
- ¿Pero por qué es tan grave el desperdicio de alimentos?
- Las aberraciones del desperdicio en el corazón de nuestro sistema alimentario.
Soluciones / consejos prácticos:
El campeón del contenido. Para limitarnos a los consumidores, podemos estructurar nuestro contenido siguiendo el recorrido diario de nuestra alimentación:
– Qué hacer antes de ir de compras: como verificar las fechas de caducidad, ordenar la alacena y el refrigerador, resaltar los productos para consumir rápidamente, planificar los próximos menús y hacer listas de compras.
– De compras: como no caer en la tentación de las promociones 2×1, atenernos a seguir la lista de la compra, elegir tiendas que ofrezcan descuentos en productos cuya fecha de caducidad se acerca, etc.
– En la cocina: como aprovechar los alimentos al 100%, aprovechar las sobras, conservar los alimentos adecuadamente, etc.
Pero el verdadero campeón, el que se adapta tanto a los blogs como a las redes sociales, son, por supuesto, las recetas, seguidas de consejos de conservación.
Como es un tema bastante amplio, lo hablaremos en un próximo post.
Tres enfoques para crear consciencia:
Los comenté con respecto a los desafíos, pero estos tres enfoques se pueden aplicar a las otras familias mencionadas.
El desperdicio alimentario tiene al menos una virtud, la de no dejar indiferente a la gente. Nos toca la fibra económica (es dinero tirado por la ventana) y nos cuestiona a un nivel ético (comemos demasiado, tiramos demasiado, mientras millones de personas sufren de malnutrición).
Estos dos enfoques son particularmente efectivos porque sabemos que las personas son mucho más sensibles cuando se trata de temas que resuenan en su vida cotidiana y/o que tocan cuestiones éticas. Además, la sensibilidad a la reducción del consumo y la necesidad de ahorrar ha aumentado con las crisis económicas y sanitarias.
Sin embargo, no debemos olvidar el daño al medio ambiente. Al contrario, es un asunto infravalorado cuando se habla del desperdicio alimentario, a pesar de las cantidades gigantescas de energía o agua consumidas y del CO2 emitido a la atmósfera en la producción de estos alimentos. Recuerda que si el desperdicio de alimentos fuera un país, sería el tercer emisor de CO2 del mundo, después de China y Estados Unidos.
Otra buena fuente de contenido es recordar el problema del reciclaje, ya que los residuos se reaprovechan poco en general. Es una pregunta recurrente por parte de los consumidores y un buen punto para hacer cosquillas a nuestra buena consciencia (“reciclo, hago mi parte y ya está bien”). Lo que podríamos llamar el bloqueo de la acción única.
Consejos: Pequeñas fórmulas mágicas
El marketing de contenidos tiene sus pequeños secretos, que incitan al lector a abrir y leer el artículo. Son de buenos consejos, pero ten cuidado de no sobreexplotarlos para no cansar a tu audiencia. Aquí hay algunos:
- Compara: a las personas les suele gustar saber cómo les va a los demás. Compara países, generaciones, etc.
- Jugando con el tiempo: Esta ola ha sido fuerte y se ha reducido un poco últimamente, pero su uso sigue funcionando. Ej: 3 minutos para entender el desperdicio de alimentos.
- Despertar curiosidad: La forma interrogativa es fácil de encontrar y buscaremos temas que despierten el interés del lector. Por ejemplo, de los 30 kg/pers/año de comida desperdiciada, recuerda que aprox. el 7% proviene de productos que aún están empaquetados. También busca recetas fáciles para usar todas aquellas pieles y cáscaras, como las del plátano o de la manzana.
- Visión de conjunto: Es la idea de abordar un tema desde todas sus facetas, de forma sintetizada. En la línea de los “dosieres”.
- Vayamos al grano, por favor: sintetiza tanto como sea posible, con una perspectiva de « resumen ». Ej: Los puntos claves sobre el desperdicio alimentario, listos para compartir con tus amigos.